Expertos en psicología clínica han advertido en Valencia del riesgo que corren los menores ante un mal uso o abuso de las nuevas tecnologías en los países desarrollados, donde entre un 5 y un 6 por ciento de los jóvenes “podría caer en una ‘ciberadicción’”.
Según explican, en España, el ‘bulling’ es la forma de acoso escolar “más extendida” y ya ha llegado también a la Red. Además, empiezan a emerger el ‘sexting’ -mensajes por móvil de contenido sexual que incluyen imágenes y vídeos- o el ‘gruming’ -adultos que se hacen pasar por jóvenes para ligar por internet con mensajes sexuales-.
Para prevenir que los menores caigan en las redes de los “depredadores cibernéticos”, así como para evitar que desarrollen hábitos adictivos o abusivos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), 22 profesores, psiquiatras y expertos en este tipo de adicciones sin sustancia han escrito el libro ‘Adicción a las nuevas tecnologías en adolescentes y jóvenes’.
En este sentido, el catedrático en Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, y uno de los coordinadores del libro, Enrique Echeburúa, ha señalado que es fundamental realizar talleres de formación en los colegios así como para que los padres sepan cómo afrontar esta situación y reducir la actual “brecha” que existe entre los hijos ‘nativos digitales’ que han nacido con las TIC a su alcance y los progenitores ‘inmigrantes digitales’.
No obstante, Echeburúa deja claro que las TIC tienen aspectos “muy positivos” a la hora de facilitar, promocionar eventos de ocio, o comunicarse con amigos; pese al riesgo de que los jóvenes caigan en un uso abusivo de las mismas que les afecte al sueño, al rendimiento escolar, lleva al abandono de otras aficiones, al sedentarismo, a aislarse de la sociedad e incluso crear una identidad ficticia, fingiendo más edad por ejemplo.
Para el experto, el riesgo es el mismo que el de caer en la adicción a sustancias como el alcohol o las drogas, con mayor incidencia para un 5-6 por ciento de los jóvenes, sobre todo si tienen baja autoestima, son muy tímidos, muy impulsivos, en busca de emociones fuertes, con ambiente familiar poco cohesionado, o con patologías previas como depresión, hiperactividad, o fobia social.
“Uno de los mayores peligros es confundir lo íntimo y lo privado con lo público”, y dar información personal, familiar, sexual o religiosa que “no tiene sentido en un entorno público” como el de las redes sociales, alerta el catedrático. Según dice, el 95 por ciento de los jóvenes de los países desarrollados tiene acceso a internet y de ellos, más del 80 por ciento tiene perfil en alguna red social como ‘Facebook’ o ‘Tuenti’.
A esto se suma el acecho de los ciberdepredadores que persiguen fundamentalmente a las chicas de 12 a 15 años. Estos “cazadores” de menores navegan entre 15 y 18 horas al día haciéndose pasar por adolescentes e intentan crear una “falsa confianza” con menores con problemas para después chantajeares y agredirles sexualmente.
Ante esta situación, el catedrático aboga por la prevención centrada en “las poblaciones diana de preadolescentes de entre 10 y 13 años” e “intensificarla” en aquellos con problemas, además de focalizarla también a la escuela y la familia. Apuesta por compatibilizar las TIC con otras aficiones, autolimitarse, no usarlas en horas de comer, enseñar cómo actúan los ciberacosadores, establecer normas y que los padres fomenten la autoestima de sus hijos para evitar que “canalicen su insatisfacción emocional” en la red.
» Fuente: Europa Press
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